La política de refuerzos

Lo que se invirtió, los que rindieron y los que no


La política de refuerzos de River suma cuestionamientos

por Claudio Mauri en Cancha llena

Mal síntoma cuando en un equipo hay añoranza por los fubtbolistas que se fueron y los que llegaron no conforman, no cumplen con las expectativas. Es lo que sucede en River, ahora que el semestre se le terminó abruptamente, lejos de los objetivos fijados en la Copa Libertadores y el Torneo Transición.
La política de refuerzos es motivo de cuestionamientos en River. Es cierto que la camiseta de los clubes grandes pesa y que para varios esa carga es excesiva, los aplasta y terminan siendo futbolistas de un nivel muy inferior al que mostraban cuando se interesaron en ellos. 
Para reducir ese riesgo está el ojo previsor, la capacidad de anticipación analítica del director técnico, el manager y los dirigentes. Marcelo Gallardo, Enzo Francescoli y Rodolfo D'Onofrio tienen más motivos para reconsiderar lo contratado que para vanagloriarse. 
El presidente deslinda cierta responsabilidad al asumirse como el brazo ejecutor de los pedidos consensuados entre el entrenador y el uruguayo. Y asegura haber cumplido su misión porque casi siempre se incorporó a la primera opción pedida por Gallardo, no se fueron a buscar segundas o terceras alternativas. Algunos de esos jugadores, como Nicolás Bertolo y Tabaré Viudez, no llegaron en el mercado de pases que pretendía Gallardo, sino en uno posterior. Pero se insistió por ellos hasta tenerlos.
Tomemos de muestra la temporada 2015/16, que incluye los mercados de mediados de 2015 y principios de este año. En la primera ventana se sumaron Lucas Alario ($ 10.908.000 por el 30 por ciento), Lucho González, Viudez (US$ 1,2 millones), Javier Saviola, Bertolo (US$ 1 millón por el 50 por ciento) y Milton Casco (US$ 3 millones por el 85 por ciento).
Entre enero y febrero, los refuerzos fueron Nicolás Domingo (US$ 350 mil), Joaquín Arzura (US$ 1,8 millón por el 60 por ciento), Ignacio Fernández (US$ 2,1 millones por el 75 por ciento), Iván Alonso (US$ 260.000) y Andrés D'Alessandro (US$ 400.000, préstamo hasta diciembre).
En ese lapso de 10 meses, River obtuvo la Copa Libertadores 2015 y la Suruga Bank. Se quedó en el camino en la Copa Argentina, el Torneo de 30 equipos, la Copa Sudamericana, el Mundial de Clubes, la Libertadores 2016 y el Transición.
  • La excepción. 
  • De los once refuerzos citados, el que más satisfizo hasta ahora es Alario, recomendado por César Luis Menotti (algunos dicen que fue el hijo del técnico) a Francescoli. El ex Colón consiguió lo más difícil: se adaptó enseguida, se puso la camiseta y empezó a pagar con goles decisivos. En su tercer partido hizo un gol en la semifinal ante Guaraní y dos cotejos más tarde abrió la goleada frente a Tigres que le dio River la tercera Libertadores en su historia. Por competencias oficiales suma 16 goles en 34 partidos. Sorprendió que Gallardo lo relegara al banco en varios de los últimos encuentros.
  • No funcionaron 
  • El caso de Viudez será recordado como el de un destello que derivó en apagón. Debutó en Asunción la semifinal ante Guaraní y sorprendió con varias asistencias que lo mostraban como a alguien con panorama y buen toque. Nunca encontró su lugar mientras Gallardo lo paseaba por diferentes puestos. La última muestra de confianza se la dio con la titularidad frente Barcelona. Hoy le enseñan la puerta de salida, al igual que a Bertolo, de quien no hubo ni rastros del veloz y profundo extremo que fue en Banfield.
  • Más pasado que presente 
  • River repatrió varias ex figuras. Pablo Aimar y Javier Saviola tuvieron una presencia testimonial, paso previo al retiro. Lucho González está para ratitos. D'Alessandro es otra cosa, puede ser más importante si no sufre tantas lesiones musculares y lo rodean mejor. Domingo empezó bien y en los últimos partidos perdió el puesto.
  • Los otros casos 
  • Gonzalo Martínez (40 millones de pesos en enero de 2015),una promesa que está acabando con la paciencia. Podría irse. Casco, de menor a mayor, tomará el lugar de Vangioni. Alonso, un veterano que juega de N° 9 para el equipo, un complemento útil. Nacho Fernández tuvo insinuaciones interesantes, necesitará más tiempo.

1 comentario:

Prescindibles dijo...


Chiarini, Viudez y Bertolo no formarán parte del plantel luego del próximo receso e incluso tampoco actuarían en ninguno de los partidos restantes del torneo local, ni en la Copa Argentina