Esto es lo que pasó
por Carlos Lancioni
Insistentemente y siempre, remarcamos la necesidad de respetar el sistema institucional.
Sostuvimos, también reiteradamente y desde larga data, que la degradación institucional de River lo llevaría a la devastación económica y ésta lo conduciría a la debacle deportiva. Lamentamos haber tenido razón.
También expresamos que existía una suerte de entramado dirigencial que impedía un cambio real y que favorecía la ausencia del más elemental control de las gestiones directivas, beneficiándo a quienes fueron complacientes con las gestiones salientes con los más altos cargos en las nuevas administraciones. Por ejemplo Turnes.
Nos opusimos a esos contubernios alimentados, en el mejor de los casos, con cargos, entradas de protocolo y otras prebendas de diversa magnitud y entidad. Pero nuestra intransigencia no llegaba al pueblo riverplatense y en definitiva se agotaba en una conducta "principista" que en nada lograba influir para impulsar un cambio del paradigma dirigencial, imprescindible, en beneficio de nuestro Club.
Así, mientras nos aproximábamos a una polarizadas elecciones, consideramos que River ya no podría soportar un tercer fracaso institucional consecutivo.Fue por eso, que aceptamos sentarnos en los primeros días de Noviembre con Rodolfo D´Onofrio. Fue una promisoria conversación con coincidencias de sueños muy similares a los de los fundadores y los dirigentes de La Tradicional.
Por eso hubo una segunda reunión a solas, que fue larga y cordial, como si se tratara de un reencuentro entre viejos amigos. Rodolfo expresó que coincidía en la necesidad de dotar a River de una Fiscalizadora independiente -hasta tanto no existiera una reforma estatutaria que le diese el contralor a la oposición- y también coincidió en que el contralor dejara de ser pasivo para convertirse en efectivo. Y a raíz de ello me ofreció que presidiera la fiscalizadora durante su gestión, como garantía de transparencia..
Nuestro finalidad no era participar, en solitario, en una CD en cuyas decisiones no podríamos influír, mientras que, en cambio consideramos que presidiendo la fiscalizadora podríamos ser útiles para intentar detener la decadencia institucional, matriz de todos nuestros pesares.
También expresamos que existía una suerte de entramado dirigencial que impedía un cambio real y que favorecía la ausencia del más elemental control de las gestiones directivas, beneficiándo a quienes fueron complacientes con las gestiones salientes con los más altos cargos en las nuevas administraciones. Por ejemplo Turnes.
Nos opusimos a esos contubernios alimentados, en el mejor de los casos, con cargos, entradas de protocolo y otras prebendas de diversa magnitud y entidad. Pero nuestra intransigencia no llegaba al pueblo riverplatense y en definitiva se agotaba en una conducta "principista" que en nada lograba influir para impulsar un cambio del paradigma dirigencial, imprescindible, en beneficio de nuestro Club.
Así, mientras nos aproximábamos a una polarizadas elecciones, consideramos que River ya no podría soportar un tercer fracaso institucional consecutivo.Fue por eso, que aceptamos sentarnos en los primeros días de Noviembre con Rodolfo D´Onofrio. Fue una promisoria conversación con coincidencias de sueños muy similares a los de los fundadores y los dirigentes de La Tradicional.
Por eso hubo una segunda reunión a solas, que fue larga y cordial, como si se tratara de un reencuentro entre viejos amigos. Rodolfo expresó que coincidía en la necesidad de dotar a River de una Fiscalizadora independiente -hasta tanto no existiera una reforma estatutaria que le diese el contralor a la oposición- y también coincidió en que el contralor dejara de ser pasivo para convertirse en efectivo. Y a raíz de ello me ofreció que presidiera la fiscalizadora durante su gestión, como garantía de transparencia..
Nuestro finalidad no era participar, en solitario, en una CD en cuyas decisiones no podríamos influír, mientras que, en cambio consideramos que presidiendo la fiscalizadora podríamos ser útiles para intentar detener la decadencia institucional, matriz de todos nuestros pesares.
Por eso, acepté gustoso aclarando que nuestro propósito era jerarquizar a la Fiscalizadora como órgano efectivo de contralor, en vez del complaciente rol que había desempeñado hasta ahora. Sólo pedimos además contar con algún acompañamiento en ese órgano y con una participación protagónica en la Asamblea de Representantes que hasta el 2009 siempre fue engalanada por miembros de La Tradicional, casi siempre mocionando y votando en soledad.
Muy a pesar de D´Onofrio, la mesa política del frente desoyó los pedidos por motivos que ellos sabrán, pero que a la postre todos conoceremos. Así y todo, priorizando a River, decidimos comprometernos, manifestando que lo hacíamos como fuerza independiente en la lista que, para nuestra sorpresa, apareció con La Tradicional a la cabeza en las boletas electorales y sin que mediara ni el más mínimo pedido.
Ya en plena campaña, el candidato presidencial que apoyábamos pregonó en medios, reuniones y actos que, como prueba de la transparencia que imprimiría a su gestión, la fiscalizadora sería presidida por Lancioni, a quien calificó como notorio opositor a todos los actos de corrupción y defensor de la transparencia en River desde siempre.
A partir de allí la responsabilidad de la fiscalización, públicamente recayó sobre Lancioni. El efecto fue positivo y sabemos - sin falsa modestia– que ello influyó para que muchos votos indecisos se volcaran a la lista ganadora, aclarando - para acotar nuestra vanidad - que gran parte de los mismos se hubieran volcado a otra lista en el supuesto que la Tradicional hubiese concurrido en forma individual.
Llegamos a la jornada de hace 2 domingos con la victoria de la lista encabezada por D’ Onofrio y la asunción de autoridades el 17 ppdo. donde fuimos presentados, públicamente al asumir el cargo, como presidente de la Fiscalizadora.
Al cierre del acto y como defensores de la independencia del órgano concurrimos a las oficinas administrativas, conocedores de la probidad de los funcionarios y empleados, proponiendo que se convocara a una reunión para el 19/12.
El propósito, era que se constituyera el órgano para avocarse inmediatamente a investigar las causas de la iliquidez que atraviesa la institución y los hechos que caen dentro del ejercicio en curso, tales como el incremento del pasivo, el desmesurado sobre giro bancario (p. ej hay librados cheques a Tech Security por más de $ 6 millones y a Pablo Calvari por $ 130 mil) y la reventa de entradas de protocolo que se conoció ese mismo día.
Lamentablemente en esa primer reunión se registraron muchas ausencias, pero como nos parecía urgente la constitución del órgano fiscalizador, porque como dijimos "no aceptamos ser propuestos para este cargo para hacer amigos, sino para salvaguardar el patrimonio institucional" insistimos en una nueva convocatoria. Tras algunos dimes y diretes quedó fijada para después de la reunión de CD del viernes 27/12.
Así las cosas, se abrió la reunión presidiéndola el miembro titular de mayor edad (Juan Carlos Provenza) hasta la designación de autoridades. Abierto el acto Carlos Grassi me mocionó para presidir la Fiscalizadora señalando que eso era lo prometido al socio durante la campaña. Pero, por otra parte, se mocionó a Roberto Matchey - fiscalizador “quedante” de la gestión anterior.
A esta altura ya estaba claro que un sector de la mayoría oficialista había acordado con la minoría “casellista” para torcer lo prometido a los socios. Es más, se pretendió ocultar el disenso, solicitando nuestra conformidad para exhibir frente a los socios una decisión “consensuada”.
Claro está que rechazamos semejante propuesta contraria a la transparencia prometida y forzamos la votación, con la finalidad de dejar constancia de las responsabilidades políticas. Ambas mociones se sometieron a votación entre los miembros de la mayoría, debido a que el “casellismo” decidió abstenerse argumentando que era una decisión de los fiscalizadores titulares de la lista ganadora.
La primer votación arrojó un empate en 3, Hernán Perez, Leonardo Redolfi y Lancioni para éste último y los experimentados Héctor Fontichelli, Arturo Galán y Matchey para éste último.Por tal motivo desempataron a favor de Matchey dos los miembros que ingresaron por el casellismo, absteniéndose un tercero atento que la elección estaba definida.
En este estado y después de completar la mesa directiva en base a la propuesta del presidente electo se decidió tratar los restantes temas recién para una próxima reunión para el 14 de Enero. Esto es lo que pasó y cumplo con mi deber de informarlo a mis consocios riverplatenses.
La primer votación arrojó un empate en 3, Hernán Perez, Leonardo Redolfi y Lancioni para éste último y los experimentados Héctor Fontichelli, Arturo Galán y Matchey para éste último.Por tal motivo desempataron a favor de Matchey dos los miembros que ingresaron por el casellismo, absteniéndose un tercero atento que la elección estaba definida.
En este estado y después de completar la mesa directiva en base a la propuesta del presidente electo se decidió tratar los restantes temas recién para una próxima reunión para el 14 de Enero. Esto es lo que pasó y cumplo con mi deber de informarlo a mis consocios riverplatenses.
Obviamente de lo dicho en la campaña a esta realidad hay una gran distancia que en la práctica significa una gran merma en las facultades de investigación y control anunciadas electoralmente. Aún así, trataré de cumplir con el rol que esperanzaba a muchos socios a quiénes iré manteniendo informados, incluso de cualquier impedimento que obstaculice mi función.