La CD actual está próxima a cumplir los 17 meses de ser elegida y hasta ahora ha dado muestras, mejor dicho evidencias, de dirigir y administrar de espaldas a la realidad y a los socios, prefiriendo los cantos de los operadores.
Es cierto que no es responsabilidad exclusiva del Presidente, sino de un "aparato cultural" instalado desde hace años. ¿Existe en River Plate un verdadero equipo de trabajo, un comité de gestión, como lo definió en su momento el Presidente, o las decisiones las toma Daniel Passarella, de forma inconsulta? le preguntó Héctor Alvarez Castillo en Ahora River a Carlos Lancioni quién respondió:
Lamentablemente en el Club no hay un equipo de trabajo o un comité de gestión, pero no es una originalidad del gobierno que encabeza Passarella. En las últimas décadas se vino operando una degradación institucional como consecuencia de la ignorancia y desprecio hacia al órgano de administración estatutario que es la Comisión Directiva. Se hace creer que la autoridad en River no pasa por un órgano colegiado sino por un ejecutivo unipersonal. A partir de allí Passarella, por desconocimiento o por conveniencia, actúa como un autócrata con prescindencia de sus “pares” (es patético que se los siga llamando pares) de la Comisión Directiva, que son convocados a las reuniones para actuar como “escribanos ratificadores”.
Cuando se le repregunta si según sus palabras, los directivos tendrían un rol subordinado, no actuarían con independencia. ¿Por qué es así? Lancioni responde sin hesitar:
Porque las listas se forman sobre el día del cierre de listas, entre gallos y medianoches, conforme las concesiones que se hacen en las últimas horas a los punteros y/o financistas que arriman votos o dinero. Así se configura un verdadero aquelarre en lugar de un equipo de gobierno por cuatro años. Patéticamente muchos de los miembros de la comisión directiva actual no se conocían entre ellos ni al día de la elección. Es transcurridos más de 15 días de la elección he visto que seguían sin conocerse varios de los otros 24 miembros de la comisión directiva.
Y Lancioni cierra la respuesta con esta frase definitoria: Es como si en un equipo de fútbol los jugadores fueran presentados y se conocieran en el campo de juego recién antes de la pitada inicial.
Ahora somos nosotros qué preguntamos como se traslada esta situación a la vida societaria. Una clara respuesta nos la brinda Cinthia cuando pregunta en el blog El Lugar de River ¿El socio dirá basta? y relata:
"Pasado una hora de la venta de entradas y la página oficial de Facebook de River Plate está repleto de insultos y quejas sobre su funcionamiento. La pregunta es ¿por qué gran parte no consiguió entradas en menos de 5 minutos? Que la página se colapse ya no es una alerta, sino una costumbre pero pasados los minutos se suele conseguir un lugar pero hoy, la página empeoró y al parecer, desaparecieron las entradas de los socios. ¿Dónde están? ¿Quién se las llevó? Son las preguntas frecuentes que todos se hacen. ¿Será un manejo del Club para revenderlas y así recaudar más?"
"Ya no nos sorprende leer comentarios en contra de la venta de entradas por internet pero esta modalidad no cambió ni mejoró. El socio cada vez está más disconforme con las administraciones del Club y esto se hace notorio en cada partido de visitante. El equipo no gana y encima la venta no mejora. Son motivos para que el hincha estalle y saque su bronca insultando al presidente Passarella".
Cinthia agrega "Hace una semana atrás, el club tampoco quería acompañar a los millonarios en la Caravana por los 110 años de River. Según lo comunicado, la seguridad era la gran responsabilidad y debido a la gran multitud que piensa asistir era imposible mantener una custodia acorde". Ahora se habrían puesto de acuerdo. ¿Que cambió?
Concluyamos con la nota citada que dice así: "Reflexionemos: ¿por qué el club está empecinado en ir contra el hincha? La dirigencia está dejando de lado la voz multitudinaria que tiene River Plate y se están manejando a su antojo. Hace oído sordo a los reclamos y la vista gorda a los problemas. Las cuota aumentan pero las alegrías bajan. El repudio es cada vez más fuerte y se quiere hacer escuchar de alguna manera".
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